«43
COMEDIA NUEVA,
A SUEGRO IRRITADO,
nuera prudente,
SU AUTOR
Don Antonio Valladares de Sotomayor.
Se representó en la Compañía de Manuel Martínez,
año de 1775.
C á^# ICENCIA *
Eq Madrid : Eñ\ Imprenta de Andrés Ramírez,
~ calle de los tres Pezes.
PERSONAS.
Don Blas , Comerciante , Padre de
Doña Camila fatua ; y de
Don Carlos , Esposo de
Jacinta , Dama,
Periquito ) y Juanito , hijos de estos.
Don Pablo , amante correspondido de Camila.
El Conde de Zimbal, futuro Esposo de Camila,
Renardo , Criado de Don Blas,
Catarro, Pillo,
*45
A Suegro irritado , Nuera prudente.
JORNADA PRIMERA.
, • , a. 'fjtr-ihies Una vuelta grande d la derecha. como que
j?i* a lt C 7a "entrada día Casa, otra pequeña al mismo lado, que conducid
¡acorta habitación, nuevamente construida. Y oira puerta a. lado izquierdo,
¡U unoTdTZodlo principal de la casa. Por la Puerta grande salen
* J mo recatándose Don Carlos de militar pobre ; Jacinta ™n *a*-
auiña y mantilla , trayendo ambos dejas manos a Periquito,
* y £ Juanita , este como de quatr * años , y aquel de seis.
D- Cari. JL isad q u = do > hijlíos mios.
Lo mas que miro , lo estrada
mi conocimiento: todo
aquí ha tenido mudanza.
La principal puerta es esta ‘,porlagr.
aquella del frente, entrada poi laizq.
da á lo principal del quarto.
Esta pequeña, que pasador la peque -
sin duda á otra habitación, [na de la dra.
es nueva con la fachada,
y aun lo interior. ¡Qué miseria
es la mia y qué abundancia
la de mi Padre! queda suspensa
Jac. Ni se oye
ruido , ni hasta esta sala
nos ha visto nadie ; creo
duermen todavía.
Cari. ¡Qué ansia!
Me palpitad corazón;
y el aliento se embaraza
con la consideración
de que mi Padre:::- ¡Ah, qué amarga
constitución!
Jac. Carlos mió,
por qué asi te sobresaltas?
No es la casa de tu Padre
la que pisamos? Quién causa
tu temor? El patrio nido
te inmuta , te altera , y pasma?
¿No ha siete años que tu Padre
no te ve? Pues ten confianza,
que aunque esté su paternal
▼oluntad contigo ayrada,
ya que no al texte , al mirar
estas dos prendas amadas,
nuestros hijos, y sus nietos,
que se temple es cosa clara.
Cari. Ay Esposa! Ay mi Jacinta!
no ignoras las circunstancias
de nuestra infelicidad;
pero es fuerza recordarlas.
Mi Padre, que en el Comercio
de esta Ciudad, tiene faina
(con verdad) de poderoso,
tan tiernamente me amaba,
que el mayor de sus cuidados,
fue mi instrucción, y crianza.
Para que el trato de gentes,
mi talento illuminata,
me hizo ver algunas Cortes,
gastando eñ esto sin tasa.
Llegué á la nuestra, te vi,
y con fuerza extraordinaria,
tu belleza hirió mi pecho;
te traté y quedó admirada
mi Alma al conocer tu mucha
virtud ; la q«¡.il y tas gracias,
me hicieron Espeso tuyo,
aunque tan pobre te hallabas;
que adonde está la vitad,
las riquezas no hacen fidta.
En fin , nos casamos ; di
noticia á mi Padre , y tanta
ira , tanto enojo , y tanto
furor le causó . que para
aplacarle , no bastaron
de sus amigos las cartas,
fii otros empeños, que en esto
se
g 46 ^ Contrata nuetA,
se interesaron ; m! instancia E° q ue p ro du* 0 sn enojo.
repetida , le halló sordo:
me cobró horror : mis alhajas
nos mantubieron seis años
con escasez, por la car^a
de! fruto cogido en ellos,
de nuestros hijos. Pasada
la escasez á ser miseria,
y la miseria á extremada
necesidad , fue tu acuerdo
viniésemos á mi Patria,
por si mi Padre , a! mirarme»
rendido ,me perdonaba.
En su casa estamos ya;
mas , Jacinta , me acobarda
su genio , y tanto , que creo»
que no tienen esperanza
nuestros males. Tal memoria,
tal sentimiento, traspasa
mi Corazón! Oh! hijos míos!
Teriq. Papá; no está abuelo en casa?
Cari. Caifa , hijito ; ahora saldrá.
Qué dolor r
Jac. Mi Carlos , nada
te aflija;, respira; un Pacfre^
si está irritado, se ablanda
viendo al hijo , que rendido
á sus pies y por perdón cianil»-
De amor fu sido tu culpa;
y la has de ver perdonada
por el de un Padre ; depon
tu sentimiento , y aparta
de ti el temor > la humildad,
todo lo rinde , y lo alcanza;
v muchas veces de un gusto,
víspera es una desgracia.
Cari. Pero qué conseguiré
con que mi Padre me naga
la proposición , que siempre,
v es que me tendrá en su casa*
si te abandono? Mi afecto,
mi voluntad, mi constancia,
podrán Je ti separarme,
cus eres la mitad del alma?
Jac. E sa razón de tu P adre,
es á la razón contraria.
no á la prudencia se adapta;
y al enojo la prudencia
vence, domina, y apart3.
Cari. ¡Ah, Jacinta! No conoces
la condición tan extraña
de mi Padre. Es duro , avaro,
nada piadoso , se enfada
con la humildad ; y es en fin,
su carácter de tan rara
calidad , que no ha logrado
nadie alegre ver su cara.
Y como toda su ira
está contra ti obstinada,
y esto solo por ser pobre,
sin que concurra otra causa:
aunque el amor Paternal,
á mi favor terminara,
quantas dichas me ofreciese,
serian sin ti desgracias!
Jac. Cruel genio!
Cari. Igual no tiene.
Jac. Pero á mi es quien mas daña.
Cari. Por qué?
Jac. Porque me contemplo
motivo de lo que pasas; UofOM
y esto hace , que de dolor
el pecho:::-
Carl, Jacinta , calía, tierna
no me aflijas mas!
Jac. No , Carlos;
mientras se miran mas arduas
las cesas , mas resplandece
el espíritu ; á la casa
de Monsieur Ernés, que anoche
(por la, amistad asentada
que profesa con tu Padre)
nos recogió , ve y aguarda
alli mi aviso ; contigo
llera ios niños , recata
esto de Monsieur Ernés,
porque he de poner en planta
con tu Padre , un pensamiento
que de ocun irme ahora acaba,
por ver si con él consigo
confiese que fus acertada
A Suegro irritado, Nutra prudente. *47
y he Uc ver:::- Alas a Cita sala
de aquel qoarto viene gente.
fu elección.
Cari. Es imposible.
Tac. Otros mayores alcanza
facilitar la prudencia.
Tal prueba no es arriesgada.
A Cádiz hemos llegado
infelices , y sin que haya
quien nos proteja. Pues quién
no busca lo que lefdta
por buenos medios." Y en caso
de no encontrarlo , en mas maU
situación estar podremos?
no; pue* qué se pierde? nada.
Cari. Mas qué intentas?
J.u. Si lo sabes,
ha de hallar tu repugnancia
bastantes dificultades,
que oponer sin razón-, calla
y te lo dirá el suceso.
Cari . Y he de deja, te entregada
á las iras de mi IVdre?
Jac. Ya tengo dispue-ta traza
para contenerle ; y qu ¡ndo
su colera sea t„nta,
que mis prudentes arbitrios
no pudiesen superarla,
con solo huir de su vista
todo peligro se ac.iba.
No te detengas. Yo espero
¿é r<?fnc< iio * Hiicstrss ansius
e¡ Ciclo piadoso.
Cari. Admiro
tu prudencia , y tu constancia;
Pero acia allí siento ruido.,
si no me engaño.
Jac. Qué aguardas?
Vete , que será tu Padre.
Cari- Te obedezco. ¡Oh, Esposa amada!
¡rh queridos hijos ! vamos.
* Paciencia ¡Qué mal me trata
mi suerte! Vase con los niños.
Jac. ¡Oh, amable Esposo!
que por mi p ¡ breza pasas
tanto mal! Monsieur Erres,
me informó de que busc*ba
«na criada mi integro.
Ocúlteme esta mampara,
hasta advertir si es mi suegro,
pues tengo sus señas claras.
Sí oculta en la salida de la puerta
grande de la derecha. Salen por lape *
quena Don Pablo de militar de-
cente- , y Catarro con mala
Topa, bostezando como
que acaba de levan-
tarse.
D. Pab. Creí que no dispertases.
Catarro , según roncabas.
Cat. B^ya, y qué es lo que usted quiere?
Pab. Ya anoche te di bien ciara
noticia de lo que intento.
Cat. Para ser verdad, me basta
que usted lo diga ; mas yo,
que cené bien , y sin tasr
bebí . me dormí al instante,
y no entendí una palabra
de quanto usted dixo.
Pab. Bueno,
después , que tres horas larg2S,
te estube enterando , sales
con eso? Alabo tu gracia,
Cat. Ahora que despavilado
estoy de las luminares
que encendió el vino en mis cascos,
quedará b;en enterada
mi inteligencia. Usted diga
para qué efecto me saca
dei obrador donde aprendo
á Pintor , y qué me manda,
porque deseo servirle
desde que de la Carraca
me libró, donde fui puesto
por mis bromas y borrascas,
pab. Pues Catarro, tu bien sabes
que hombre soy de circunstancias.
C-irt. Fs cierto , que un hombre rico
siempre las tiene sobradas.
Pab. Nada tirve la riqueza.
si
ssS Comedia nueva ,
si la sangre noble falta.
Cat. Señor Don Pablo , el dinero
es la nobleza mas rancia.
Don Doblon , es el que ilustra;
lo demás es patarata.
Pab. Piensas como tu. En efecto,
sabes también , que esta casa
es de Don Blas de Camargo,
Comerciante de gran fama.
Cat. Y sé que es un hombre cruel,
que mucho á la usura ama.
Pab. Camila , que es hija suya,
tomó posesión de un alma,
que fiel la adora ; mas como
el verla, y comunicarla
me era imposible, temiendo
la condición temeraria
de su Padre , ayer que supe,
que un diestro Pintor buscaba
para pintar esa pieza,
que de construir acaba,
á éí me presenté fingiendo
ser hábil ; dexé ajustada
la obra , con condiciones,
que tuve por necesarias.
Mas como yo nada entiendo
de esta facultad, y estabas
aprendiéndola, pensé,
que aunque poco en ella alcanzas,
para mas enredar esto,
y hacer á mi intento capa,
eras útil ; te busqué,
y á este efecto me acompañas.
Cat. Estoy en el Caso ; peto
no advertis que si repara
el Don Blas , que es grande pieza,
en que no sabemos nada,
de pintura , es regular,
nos dé trescientas patadas?
P ib. Previniendo yo ese daño,
fus del trato circunstancia,
que se me diese la llave
de esa pieza , y que cerrada
hasta concluir , había
de estar, para que no entrara
uadic á embarazarnos.
Cat. Bien.
Pab. La liare me fue entregada
ayer tarde.
Cat. Mas cerrados,
presunto , qué se adelanta ?
Por" mi , solo pinto monas,
si estov como anoche estaba.
Pab - Con ir moliendo colores,
traer veso y cola , basta
para que al prompto discurra
Don Blas , que ya se prepera
la pintura ; en este tiempo,
es fácil que ocasión haya
de persuadir á Camila,
y asi el enredo se acaba.
Cat. Procure usted dure poco,
porque si el tiempo se pasa
en moler colores , creo
que nuestras personas salgan
molidas á palos.
Pab. Solo
un inconveniente se halla,
y es , que un eierto Caballero,
que el Conde de Ziinbal llaman,
pidió á Don Blas á su hija,
y creo tienen tratadas
las bodas.
Cat. ¡Oh, Señor mío!
El Conde de Zimbal? Baya.
Le conozco : es uu valiente
botarate , y tengo traza
para echarle de aquí.
Pab. Como?
Cat. Tubo amistad con Madama
Violeta , que de Madrid
vino á Cádiz desterrada
por ser de golpe y porrazo,
y moza de toma , y daca.
En fin , al Conde Zimbal
yo embromaré.
Pab. Si eso alcanzas,
treinta doblones te ofrezco.
Cat. Treinta? Jesús! Por tal paga,
haré que sus treinta leguas,
caminen treinta montañas.
Pab. Pues vamos, nos prevendremos
* 0 '
A Sittgfa ir rita de
tntíí que aquí DPn B.as salga.
Cat. Daré por treinta doblones
á Zimbal treinta estocadas.
Vanse por la puerta pequeña, que de-
jarán cerrada , y sale Jacinta.
Jac. Qaanto á los dos he escuchado
me puede ser de importancia
después ; pero aquella puerta
abren ; veré retirada,
si es mi Suegro,
Se retira , y sale Don Días por la
puerta de la izquierda vestido
como de casa.
D. Blas, Estos Señores
Pintores , duermen que rabian.
En trabajando á jornal,
lo toman con gran cachaza;
mas mi genio y su paciencia,
siempre harán migas muy malas.
Jac. Según tengo de él las señas
este es mi suegro ; constancia,
y animo , corazón mió.
que en esto tu dicha aguardas. ^
Señor, diga usted , está saliendo,
el Señor Don Bias en casa?
Blas. Yo soy,
Jac. Quiero suplicarcs:::-
Blas. Perdone por Dios, hermana.
De estas maulas, mi humor crudo, ap ,
luego me desembaraza bolv. laespal ,
J*c- Señor, tío os pido limosna.
Blas. Por si acaso, U lar no es nada rnirand
despreciable.
Jac. Quiere usted
escu .h.irme dos palabras?
Blas. Si no son mas, diga; tengo
poca paciencia , y me enfadan
los cuentos largos. Por Dios, ap.
que es bonita la muchacha.
Jac. Quisiera, Señor, rogaros:::-
Jsl.is ■ Hogar? Conmigo no alcanzan
Bada ios ruego*. aerá *f*
, Nuer t prudenti . *49
sindutia un petardo. Guarda.
No quiero oiros , ya está
entendida la embajada;
Venís mal ; agur , agur.
Jac. Ved , que está muy engañada
vuestra com prehensión. No soy
la que juzgáis , y es estraña
acción de un hombre prudente,
el despreciar á una dama,
que suplica.
Blas , Es entendida: ap.
decis bien. Qué ojos! Qué gracia! ap.
Picara naturaleza,
y qué prontamente llamas
al deseo!
Jac, Se propicia Op.
esta vez, fortuna!
Blas. Ba\ a, _ con aprado
qué se os ofrece? quién sois?
Jac. Una muger muy honrada,
que reducida á un estado
miserable , en. una casa
procura servir, adonde
tenga su horra asegurada,
y el termino prs: en ella,
que pretciiba su desgracia.
Supe por Monsiur Ernés,
que buscabais una criada,
y vengo á ver si es dignáis
de admitirme.
Blas. Ella me saca ap.
de tino : de donde sois?
Jac. De Castilla.
Blas. Castellana?
Hija de quien?
Jac. De nn pobre hombre,,
aunque noble,
Blas. Es cii constancia
muy amable la Nobleza;
Mas la pobreza la causa
el mayor eclipse. Asi
como al Sol ia nube apaga
sus resplandores, asi
al que nació noble, le aja
la pobreza. Yo, es verdad
que una criada buscaba,
que
Comedia nueva
2$ O
que de mi casa cuidase,
j de mi hija ; pero hallarla
es dificii , pues la busco
con calidades muy raras.
Jac. Decidlas , que puede ser,
que todas en mi las haya.
Blas. Lo primero , quiero sea
tnuy honesta.
Jac. La que no ama
á la honestidad, no puede
dejar de ser desgraciada.
Blas. Con que vos la a inais?
Jac. Con ella,
nada parece me falta.
Blas. Muy bien. La que á mi me sir?a,
con nadie na de hablar.
Jac. Palabras
ociosas , las aborrezco.
Blas. Mi hija es acalaverada,
y simple ; gusta del trato
de lo/ hombres. La importancia
mayor de todo , es cardar
que en esto no incurra en falta.
Jac. Contó que sé lo que es mundo,
s ;b é en lo que se me encarga
5 s empeñarme.
Blas. M : hechiza ' af.
m s cada vez. Habrá sarna
que ¡ñas piqué? Don Blas, tente;
mira:::- qué se yo. De casa
tro se sale sino á Misa,
y esto temprano.
Jac. Cifrada
en la voluntad del amo
la mia está.
Blas. A fas ventanas
nadie se asoma.
Jac. Jamás
á tal cosa fui inclinada,
Blas. Solo conmigo , por fíri,
y eso , quando seáis llamada
habéis de tratar ; y si estas
condiciones os agradan
os recibiré al instante,
porque aunque en vuestra* palabras
del todo uo me aseguro.
cae vengáis recomendada
de MonsiurErnés , me obliga
á admitiros.
J*c- Eso basta
para que á satisfacción
vuestra os sirva , y os complazca,
Blas. Salario, lo regular;
provechos aqui no se hallar j
Comida muy abundante;
y quando ya esté probada
vuestra habilidad , seieis
de llaves , y todo el ama.
No haré mucho, quando ya gp;
casi casi lo es dei alma!
Jac. Señor, veréis que mis obras
acreditan mis palabras
sin duda alguna. Probemos sp.
mi intento , pues no -se enfada.
Y no teneis mas familia?
Veremos qué efecto causa cp.
Blas. No; porque un Hijo que tengo
con barbara destemplanza,
á mi afecto paternal con furor
Correspondió. Hizo la infam ia
( vil criatura ) de casarse
con una indigna, villana, mas furíot»
infame , y:::- Qué se yo.
Por esto está abandonad*
su memoria ; le aborrezco;
su nombre rolo me causa
horror , me estremece y hace
que mi corazón se arda
cn ira mortal, con precipitada ffíTÍ*
Jac. Pues qué,
casó con muger de baja
csfeia? ó era ella acaso
viciosa?
Blas. Yo no se nada;
Era pobre y tanto, que
aun camisa la faltaba.
Y él picaro de mi hijo,
quería entrar en ini casa
muger tan ruin , para que
todo mi caudal gastara.
Jac. Oh Señor? si no es mas que e$0»
tiene discuipa. Hay hornadas
A Suegro irritado , Nuera prudente
Doncclirs, qne aunqucson pobres, Jac. Por qué.'
con ellas mas se adelanta
que con otras ricas, siendo
imprudentes y livianas.
Blas. Nada es peor , que la pobreza,
sin ella todo se allana.
¡Oh, hijo vil! Entre mis manos,
por Dios te despedazara,
si te viera. Esto dexemos,
que la colera se exalta,
y con quien á un vil defiende,
haré una acción temeraria.
Sale Renardo por la puerta de la iz~
quierda con un papel en la
mano ,
Ren. Aquí está aquel Jugador
de la semana pasada,
que viene por cien doblones,
con la sabida ganancia
de treinta por ciento.
Blas. Bien;
y tiene -las necesarias
seguridades el vale?
Blas. Porque Jacinta se llama
la maula , que para Esposa
eligió aquel gran canalla
de mi hijo. Mas seguidme,
vereis á mi hija , y la casa.
Por Dios que la temo mucho, ap.
que es preciosa la mechacna.
¡Qué ojillos tan vivos tiene!
Jac. Ya que en este estado te hallas, ap.
corazón, dá al mundo exemplo
de que una mliger, que ama
á su marido, hacer sabe
con una prudente maña
los imposibles posibles.
Blas. Vamos , Jacinta; qué aguardas?
Tac. Ya os sigo. Señor.
Blas. Qué afable! a í-
Don Blas, que caes en la trampa.
Vanse y salen por la puerta pequeña
Don Pablo y Catarro.
Cat. Ya he traído cola y yeso,
con otros mil ingredientes.
Ov^UtiudUCS vi > div, c' É j
Ren. Todas; este es. se le da y le lee para Si. para ir trazando un pintado
-r»i i niií*. sr.rá Hionn He verse:
Blas. Despacha
al instante al jugador. vase
De este comercio en mi casa
tengo mucho lucro.
Jac. Pero
es crecido.
Blas. Aqui no hay tasa.
Jac. Y la conciencia?
Blas. Pues a o
la ofendo en prestar mi plata*
En fin , si en casa quedáis,
lo que aqui mas se os encarga
es la honestidad ; cuidado
no has a en la honestidad falta.
Jac. La honestidad , es virtud
para mi muy apreciada.
Blas. Y como os llamáis?
Jac Jacinta.
Blas. Si antes lo se, reparara
en recibiros.
que será digno de verse;
Ren. pues ha de quedar al Olio,
porque al f esco el Don Blas quede.
Rab. Tu te hrs de estar machacando,
para asi mas sorprenderle,
quando salga, porque yo
desde aqui es fuer za que aceche
á mi querida Camila,
por si la ocasión me ofrece
ia dicha de poder verla,
y hablarla.
Cat. Y es conveniente
para usted que al Señor Conde
de Zimbal, de aqui le eche?
Tab. Mucho; que es lo 'principal
qu.e á mi intención le conviene.
Cat . Tu-s eso queda á m¡ cargo:
Si proporciona la suerte
que usted á Camila vea,
y embrome bien , luego dexe
el
Comedia nueva,
252
al tal Zí tribal por mi cuenta
que h .ré que se Zimbeleé.
Pab. Pues bien, eutrate, que yo
ile centinela peremne.
quedo i esta puerta. Catarro.
Cat. Si este lance se nos pierde,
él catarro que nos casque
es fuerza, que nos reviente.
Pab. Es verdad, pira eso en todo
estoy ; mas Camila viene.
Cit. Pues alón, á embestir tocan.
Pab. Qué dichd Catarro, vete.
Se entra Catarro por la pequeña piter -
ta ; d tras de ella se omita Don
Pablo, y sale Camila.
Cam. Baya , Baya , que mi Padr$
tiene unas , cosas, que tienen
mucho de tontas. Le encarga ,
á la nueva cuida, cele
que yo ?. los hombres no hable,
siendo asi , que hay mas de veinte
que rabian por mi hermosura;
pero aunque rabian no muerden.
Los hombres? Son muy amables; ^
si algunas jos aborrecen
tendrán sus causas. Yo no;
luego mi corazón d- be
& , , 1
como a próximos amar os»
que es decir honesta mente.
M eterme Monja quería
mi Padre; mas no lo piense,
que la toca , no me toca,
mi belleza no puede
uir de tantos amantes,
que por mirarla se mueren.
Todos me llaman hermosa,
y aseguro , que no mienten,
si no dígalo el espejo;
voy por é!, pues me divierte.
Al irse sale Don Pablo y se detiene «
Pab Señorita, pues ha sido
tan venturosa mi suerte,
que este rato me permite.
dejad que un momento llegue
á gozar de vuestras luces,
quien en ellas vive, v muere.
Cam. Qué luces son , si es de dia
V alumbra e¡ Sol? Es demente.
De m}, qué quieres?
Pab- Amaros.
Cam. Pues quien te lo quita?
Pab. Quiere
vuestro Padre, que no os ame.
Cam. Eso es lo que hacer no puede,
pues que, ¿de las voluntades
mi Padre las ¡laves tiene?
puede quitar que me veas;
mas que me ames? Que si quieres.
Pab. Quiere daros por Esposo,
(para hacer que yo mas peiu)
al Señor Conde Zimbal.
Cam Es gran cosa y me conviene,
qu ’ un Condado á mi hermosura,
la hará mas resplandeciente.
Eu siendo yo Conda , he de
darte::-
Pab. Qué?.
Cam. Para pasteles.
Pab. Dios mió: que es medio tonta, af*
Cam. Pero pues tanto á quererme
llegas , lo diré a mi Padre,
y ras amarás libremente.
Pab. H brá criatura mas simple! a}.
No adavertis que si supiese
esto vuestro. Padre , huta
que el enredo feneciese?
Cam, Qué enredo?
Pab. Haberme fingido
por amaros solamente,
u i Pintor Punoso.
Cam. Ola,
y que picando que eres.
J a , 1 3 ,qué risa Y a ent jendo se rie tWtC>
y de este modo conviene
que mi Padre, ni 1 1 Criada,
que hoy recib ó, n ida liegue»
á entender. Verdad?
Pab. Si , amada
prenda mia.
CaTfit
A Suegro irritado ,
Cjtm. Oh! me divierten
macho ios hombres! Mas dime,
sabes cantar ei Zercngue?
Pab. Nunca cantar supe.
Cam . Pues
en qué has pensado, pobrete?
masía Criada ; vámonos.
Pab . La boca es bien se la selle
con oro.
Cam. Quedará muda.
Pab. Abi es preciso que quede.
Al irse cada uno por su puerta -■ tale
Jacinta , y se detienen.
Jac. De qué sirve ese temor,
si á mi no se me obscurece
nada? Bolbed.
Cam. Pues qué, es malo,
que las mugeres se dejen
amar de los hombres , y que
á ellos amen ¡as mugares?
Jac. Amar las Doncellas solo
á D:os y á sus Padres deben.
Esta es la tonta? Para esto ap.
ya veo no es inocente;
m 2 s tener á los dos gratos
es lo que a ora me conviene.
Señorita , Caballero,
tengo pruebas evidentes
de vuestro amor; y estoy pronta
con nobleza á protejerle.
P ab. ¡Oh , Señora! el mas dichoso
vendré á ser , si favorece
vuestro asilo mi amor noble; 5
adoraré eternamente
tal proceder y seré
vuestro agradecido siempre.
Cam. Mira, si haces que me case,
te daré quanto quisieres.
Jac. Ofrezco !o que pedis,
y lo cumpliré fielmente;
y pues veo que tan fino d D. Pab¡9
vuestro favor se me ofrece,
si le necesito , creed
que de él tengo de valerme.
Nuera prudente. * 5 3
Pab ¡ Oh, Cielos! el mas feliz
de ios hombres fuera hacerme,
si eso lomara.
O
Jac. Quiza
lo experimentéis bien breve,
Pab. Soy todo vuestro.
Cam. Ola , Ola?
á la Criad.: no te acerques;
eres todo suyo? dej,:?
Pues que eres mis i que eres?
Jac. Señorita ,, esas son voces
que explican mas elocuente ^
el concepto y no mas.
Cam. Mío
has de ser, aunque rebientes.
Pab. Sí, mi bien. Ay : tonta miai ab .
me hechizan tus sencillezes.
Jac. Pasos siento; retiraos,
y esto á mi cuidado quede.
Pab. Os obedezco.
Jac. después
hablareis mas largamente.
Pab. Sois mi Norte.
Cam. Y yo tu Cielo:
no es verdad? Es un pobrete.
Pab. A Dios, mi amada Camila, vas»
Cam. A Dios, Pintor sin pinceles.
V ase por la de la izquierda .
Jac. Empezó mi astucia á obrar;
mi Suegro me ama ; aquel fuer te
horror , aquel odio, que
me tubo sin conocerme,
sin conocerme también
ha cedido ; y tal vez llegue
á términos:*. Mas el caso
ío diiá. Don Pablo puede
servir á lo que he pensado,
con que en tales accidentes,
quizá que á Suegro irritado,
venza una Nuera prudente.
JORNADA SEGUNDA.
Sale Jacinta por la puerta de la
izquierda .
Jac. Válgame Dios! (¿usutas cosa*
opue*-
Comedia
opuestas en si , concilla
una. mutación! Mi Suegro
por Nuera me aborrecii;
y aora , que quien soy no sabe,
me ama; Pues no soy la misma?
Cómo contrarios efectos,
S'n ser la causa distinta?
Lo que saco en consecuencia
es , que su horror procedía
por ser Nuera; hoy que por tal
no me conoce, me estima;
y tanto , que para hacer
la experiencia , que es precisa,
á Carlos he escrito venga,
y se presenté á ia vista
de su Padre; que le clame,
que se humille , y que le pid»
perdón ; y si de esto no
son las resultas propicias,
mis arbitrios durarán
hasta conseguir mi dicha.
A Don Pablo he grangeado,
permitiendo que á Camila
hable algún rato ; el es noble,
y rico , a casarse aspira;
y en favorecerle en esto
á nadie ofendo , y podría
ser que su asilo ayudase
mucho á las ideas mías.
Pero aquí viene mi Suegro.
Sale Don Blas , for U izquierda sin
- ver d Jacinta.
JD. Blas. No se qué ansias, que fatigas
me asisten desde que vi
á Jacinta, que me quitan
el sosiego. Como poco,
duermo menos , y me pican
acá dentro unas saetas,
que me rebientan. Su vista
á mi genio tan atroz
de modo le dulcifica,
que qu <ndo-.::- Mas aquí está.^
Qué hermosa! Qué haces , Jacinta?
Jac. Cumplir con mi obligación,
mro a* .
porque se halle bien servid»
la persona de mi amo.
Bl. Qué agradable? á quien no cchiza a¡,
tal dulzura y tal belleza?
Y sabes que eres querida
en extremo de tu amo?
Jac, Para mi será la dicha,
siendo con honestidad,
su cariño,
Blas. Es infinita.
la afición que te he tomado.
Jac. Y mi respecto la estima
infinito siendo honesta.
Blas. Yo he llegado á pensar , hija,
( perdido estoy !)quc he de ser
remedio de tus desdichas.
Jac. Con honestidad , lo apruebo.
Blas. Pues de mi acaso podrías
creer, que sin honestidad
fueras de mi amor querida? acere.
Ha pobre Don Bias! Repara #£•
que te pierdes , y te arruinas!
" Jac. Peroquéquereisdemi?
Blas. Hacerte dichosa. Mira,
aquihay cinquenta doblones: sacatín
tómalos. bolsillo.
Jac. Me guardada
de hacer semejante exceso.
Blas. Pero por qué te retiras?
Este dinero no es mió?
Jac. Si Señor.
Blas. Hay quien impida
que te le de?
Jac. Si Señor.
Blas Quién. "
Jac. Vuestros hijos.
Blas. Mentira.
Mientras -respire esto es mío.
Jac. El buen Padre que administra
e! caudal de ellos , no puede
hacer esas vizarrias
sin agraviar su conciencia;
y sin ofender la mía,
tan poco puedo , Señor,
vuestra oferta recibirla.
Blas. Pero si yo::-
A Suegro irritado ,
Jae. Vos obráis
contra la propia justicia,
ofreciéndola.
Blas. Porqué?
Jac. Decid : mejor no seria
que dieseis esc dinero
á vuestro hije:-
JB las. No prosigas,
porque:::-
Sale Renardo por la puerta grande
de la derecha.
Ren. De llegar acaba
el señorito , y con prisa
entra, señor, á buscaros.
Blas. Quien? alterado
Ren. Vuestro hijo.
Blas. Su osadía
á eso se atrebe? El audaz futios?
quiere ponerse á mi visu?
Le haré pedazos.
Jac. Señor, ; i
no os irritéis, vuestra vida
mas que todo importa.
Blas Tu.
eres quien por ella mira
solamente. Aqui qué aguardas,
marcha ; de mi casa quita
la ocasión de que me pierda,
si veo á ese vil; la ira, case Renard.
ya se ha exaltado! Renardo,
Renard o. Me precipita
el furor! Yo haré que salga
dé casa. Espera, Jacinta.
Al irse a entrar precipitadamente por
la puerta grande , sale por ella .
Don Carlos y se pone d
sus pies
T>. Cari. Padre mío.
Blas. Monstruo infame d sviase fu-
de mi, di, que solicitas? rioso de él.
Tienes valor de ponerte
á mi presencia í Te olvidas
de que te aborrezca? Sabes
JSfuera prudente.^ ^ *55
que cometiste la indigna
acción de casar con una
vil muaer , y sin camisa?
Con una pobre casarse,
y ser mi hijo? Solicitas,
si no huyes de mi presencia,
ser despojo de mis iras?
Jac. Para vencer , sufre aora, ap.
corazón , tanta ignominia.
Cari. Señor , oídme,
Blas. Ea , vete:
;u te has buscado tu ruina;
súfrela ; con muger pobre
casaste? La afrenta mía
has sido ; y quieres que te oyga.
Huye , huye , de mi vista.
Cari. Ved, Señor:::-
Jac. Tiene razón
vuestro Padre, y no os castiga
como merecéis. Haverse
casado con pobre? Rica,
rica ; que asi los caudales
se aumentan ; pero se arruinan
con lo contrario.
Blas. Si digo
que es el diablo esta Jacinta ,
que me ha de llevar.'' No es nada.
Hasta en el pensar me imita? ^
Cari. Señor, mi Espesa es:::-
Blas. Infame;
Ya tube acá esa noticia,
desde que supe era pobre.
Cari. Su mucha virtud::: -
Blas. Te obliga
con eso? Te gusta? Pues
buen provecho. A mi me irrita;
la aborrezco ; si la viera,
Cornelia aquí acabaría.
Jac. Haríais bien. Señor mío,
que una pobre es cosa indiana*
Cari. Pues viéndola están, Sr. alterase
Blas Como? donde? Jacinta
Cari. Aqui metida serial and. altoraz .
la tengo,
Blas Pues guardála,
que es una alhaja exquisita burland.
Jac .
Comedia, nueva,
356
Jac. Que susto! Pensé que Carlos
todo el easo descubría. ap.
Cari. Qué , en efecto , de la casa
de mi Padre, con mi misma
miseria , he de irme?
Jac. ¡Ah , Esposo, . ap.
elcorazoñ me lastiman
tus voces!
filas. Ño soy tu Padre.
Vete, pues. ¿Qué esperas? Mirar.:-
Mas yo me iré por no verte.
En ti queda resumida
mi autoridad. Haz se vaya: a Jacinta
de toda la casa ffiia
eres ama. Me conozco,
y temo , pues me lo inspira
mi furor, que he de quitarle
á ese canalla la vida.
Por eso me voy. Y advierte, d Carlos
que si acaso otra vez pisas
estas losas, con tu sangre
las has de mirar teñidas.
t - : ' ' • ' - •« i \ • -» . r • . f
Vase por la. puerta de la izquierda
cerrandolacon furia.
Jac. Cerró con furia.
Cari, j Ah, mi Esposa!
jAh, mi adorada Jacinta!
Mal principió tu trabajo;
tu idea ya ves perdida
todo ha sido envalde ; huyamos
de la condición altiva
de un Padre que asi se niega
á las leyes compasivas
de naturaleza! Huyamos.
Jac. ¿Qué es huir? La ya emprendida
obra abandonar? No , Carlos;
antes aora es mas precisa
la constancia'; y las ideas
deben ser mas peregrinas.
Cari. ¡Ah , Jacinta; qué hay mas ffiaí
que ei que piensas!
Jac. Pues qué? aprisa:
di , que hay?
Cari. Monsieur Ernés,
sale en esta tarde misma
para Portugal. Su casa,
como no tiene tamilia
deja cerrada. Me ha dicho
que donde eStár busque. Alira
si la desdicha ma\or,
se iguala á nuestra desdicha,
pues no tengo dond e estén
nuestros hiios.
Jac. No te aflijas,
que para todo hay remedio;
sin concurrir mi noticia
nada harás y nuestros hijos,
á quien te dé esta sortija, se la enseña
entrega sin embarazo;
mas te advierto, que no digas
que eres mi Esposo. Esto importa.
Cari. Pero qué piensas?
Jac. Confias
en tu Jacinta , en tu Esposa?
Cari. Como en mi.
Jac. Pues no me pidas
te diga lo que has de ver;
creé que ha de ser propicia
nuestra suerte.
¿ Carl. Amada Esposa,
antes de todo examina
la dura y cruel condicioa
de mi Padre , y que eónspira
contra ti todo su encono.
No te expongas á sus iras,
ni me expongas á que viendo
te trata con tiranía,
no me acuerde de que es Padre,
y haga:::-
Jac. Qué has de hacer? Olvidas
el respeto que a los Padres
deb'inos? Les autoriza
sobre nosotros en todo
la naturaleza misma.
Mientras encuentres mas fuerte
á tu Padre, mas rendida
debe'lu veneración
amarle : que al que se humilla
Dios sabe elevar!e. En fin,
nada temas, porque lidia
A Suegro irritado , Nuera prudente. i 57
con ana Nuera praxis
q.,e á costa de su fatiga
ha de lograr reducirte.
Car/. Porque encuentres en tu misma
ex periencia el desengaño,
cedo, rnii) en U puerta pequeña
Jac. Vete, Vete ai-sisa,
cjuc nbveo csj pu^rtjj
Cari. A Dios,
mi bien, va se por la puerta grande
Jac. A Dios, gloria mía.
Va llegó , discurso mió,
la oc-sion mas exquisita,
cu que debes:::- Mas Don Pablo.
Al menos, de algo me sirva
su prometido favor.
Sale Don Dable por la puerta pe-
queña.
Z>- Pab. ¡Oh , mi Señora Jacinta!
N,> encuentro voces que expliquen,
mi gratitud tan rendida,
á lo mucho que os merezeo.
Me permitís, que á Camila
hable; mi. ñei pretensión
la protejeis tan propicia,
que no se qaé podre hacer
para que mi agradecía
voluntadles manifieste,
que con, eficacia aspira,
á com place ros.
Tac. Sóbiendo; ,,
Señor Don Pablo que a la hqa.
de mi amo amáis para Esposa,
me he obligado á ser. yo aiiSma,
quien ayude una tan justa
pietensi.on ; y pues mi dCh<t
Vuestro favor me asegura,
ho\ mismo de éi neo. sita
el estado en que me hado.
Mi pecho , que en vos confia, ,
os descubrirá un secreto,
que solo á vos:;.: -
Pab. Nada es sirva
de embarazo. Nací noble,
y serviros s dicita
mi gratitud.
Jac. Pues Señor,
soy natural de Ca'tilla;
casi en Madrid , y en Madiid
enviudé ; (grande desdicha!)
pero fue mavor quedar
con dos hijos , que cumpli.u»
uno quarro años , seis otro,
y con pobreza crecida.
Una Señora Marquesa,
me trajo en su. compañía
á esta Cuidad ; se embarcó
para el primer Puerto de Indias,
adonde su Esporo estaba;
y quedé constituida
en la miseria mayor.
Supe ayer que mi amo hacia
diligencia.de una Criada:
le supliqué , y fui admitida;
pero reservando siempre
que era viuda , y que tenia
mis dos hijos. De la.casa
donde los dejé , me avisan
no pueden tenerlos mas,
y que los saque en el dia.
No tengo donde llevarlos;
y aunque me. causa infinita
p.tn, y un dolor inmenso
e_i ca rece r de su > i sta ,
qomo conmigo no pueden
estar, es fuvrsa que es p da
los recojáis , hasta que
de Madrid tenga noticia
de un hermano. A este favor
05 qutdaié agradecida ¿
.eternamente : y mi llanto 1
es quien mas os lo suplica.
Pab. Esas lagrimas preciosa*
suspended, señ< mia,
pues me pedís una cosa,
tan pequeña \ reducida,
que me sonrojo Quisiera
emplear mi propia vida,
en vu srro obsequio. En mi casa
(cuino cosas propias mías)
vites ■
2¿o Comedia
vuestros hijos estarán.
Pero no, que ya me dicta
lo que os estimo , una ¡dea,
tan rara , tan peregrina,
que á vuestro lado han de estar.
Jac. Cómo?
Pab. Sabéis la codicia
de Don Blas; tengo un Criado,
que todo lo falicita
con sus enredos. Don Blas
no hay duda , que los admita,
según lo que se le informe;
coa que asi , por conseguida
dad esta idea,
Jac. Será
dar nuevo ser ¿ mi vida.
Pab. Donde los niños están?
Jac. Hallareis al que los cuida
casa de Monsieur Ernés.
Pab. Le conozco.
Jac. Esta sortija se la. da.
le daréis para seña!.
Pab. Bien ; pues quedad advertida
en que aqui los tendréis pronto.
Jac. Seré muy agradecida
á tal favor. Voy á hacer
que os hable después Camila.
Todo va como deseo: ap.
albricias, fortuna, albricias, vase por la
Pab. Id con Dios. ¡Feliz destino! iz%.
¡Oh, qué gran dicha la mía
en haber hallado tanta
fidelidad en Jacinta?!
Voy á buscar á Catarro
para qae urda esta mentira
de modo; que para creerla,
dude el mismo a! referirla. vase.
t . r , ? - " . • ' « í ! j •»
Sale Catarro por la puerta grande de
militar muy ridiculo como
recelándose y acechando
adentro.
t
Cat . ¡Qué embarazdo está un hombre
quando vestido se mira
muy contrario á su carácter!
nueva,
Yo mismo me causo risa.
Moverme no puedo. Ei Conde
de Zimbal , ya se aproxima;
doy á este lado un p^seo,
y líebo af otro la vista.
Sale por la misma puerta el Coné
de Zimbal.
Zimb. Si un valiente Corazón,
á quien fomenta la herida
del ciego rapaz, podrá
oscular las exquisitas
diafanas , y amatnntas
manes deja hermosa ninfa
del olimpo?
Cat. Voz , y acciones
Je representan Marica,
Zimb. Habéis visto á la abrasante
de este Hercules Deyenira?
Cat. Habíais conmigo?
Zimb. Sí,
Cat. Pues
no entiendo esa greguería
Zimb. Sois particular quizá,
4- los fámulos que habitan
esta casa?
Cat. Otra te pego?
(¡qué cosa tan femenina!) ¿¡P»
Que si soy particular? ád
,Zhnb. Esta es gente distraída
del laconismo. Os pregunto
si de la ultima famiíia
domestica de Don Blas,
sois trozo?
Cat. Pregunta indigna!
Pues mi trage , y mi persona,
manifiestan , que yo sirva?
Usted es un mentecato,
y es menester que distinga
de paramentos.
Zimb. Señor,
sosiego, y templanza, ¡Qué ira
tan súpita! llené y confieso
qae sois de gran gerarquia;
y en lo frenético, en todo
eput»*
A Suegro irritado ,
opuesto á mi femenina
dulcifica complexión.
Cat. Y quién sois? y que os motiva
á venir aqui?
Zhnk. El respeto F‘
á responderle me obliga.
Soy el Conde de Zimbal;
y ten ya prometida
por ¿bm misera consorte
x la Madama Camila,
que de la generación
de Don Blas , es producida
Cat^PX Conde de Zimbal?
Nuera prudente, 3 5 9
des morona quanto pilla;
que al Ungaro Pompaduc
no hay nadie que le resista.
Zimb. Es verdad , mandad.
Cat. Cuidado
con la palabra ofrecida
Zimb. ¡Oh , Don Blas! por Pompa*»
vengo á perder a tu hi)2.
Cat. Qué tal va? si ha sido un poco
chusco , por Dios , que me pringa»
Se hizo sin susto ; á pillar
treinta doblones ; y viva
la pepa , y si hubiere mas.
que enredar , esta es mi vida.
Cabalmente, á quien quería
hablar. Soy el Caballero.
Pompaduc; naci en U agria;
veinte muertes tengo hechas
por defender ofendidas
muge res.
Zimb. Veinte?
Cat. Y la vuestra
que está para hoy prevenida.
Está sentida de ves
Madama Violeta ; aprisa
habéis de ir á consolarla,
y hacer que mire cumplida»
promesas que la habéis hecho,
porque aunque es moza perdida,
tiene su cacho de honor.
Si aqui b^lveis, por la viga
de Mahotna, que os de tantas
cuchilladas, que::-
Zimb. Horroriza temblando.
tal proferir! Mi corpórea
Maquina, expuesta á una herida
frenética? Ya me siento,
tribuíante? Yo , en mi vida,
Monsieur Pompaduc, aqui
bolveré. Ya está excluida
esta boda , ¡Oh, protector
de las violetas marchitas!
Cat. Pues mi amistad, esta mano, se la da
Señor Conde,la confirma./ le aprieta.
Zimb. Hay! hay!
Cat. Esta es mano de Oso;
Sale Don Pablo por la puerta pe-
queña.
Pab. i Dónde vas con ese trage.
Catarro ?
Cat. Pregunta linda!
á trabajar por usted.
Zambal se perdió de vista
ya de estos barrios. Y usted
negoció con su Camila?
Pero pasos siento.
Pab. Entremos,
me dirás tu fechuría,
y te diré lo que pasa,
que hoy en tus enredos fia
mi felicidad.
Cat. Si hay mosca
haré mas que Celestina.
Vanse por la puerta pequeña y sale
Camila.
Caín. Este diablo de Pintor
quando dispondrá casarse
conmigo , que ha un quarto de hor*
que no me ve , ni me tañe.
Y el buen Conde de Zimbal,
si querrá que se despachen
lascosas de nuestras bodas
hoy también? No hay que cansarse,
porque el que llegue primero,
fe*
Comedla nueva
260
feliz será en agarrarme.
En estando una muger
casada, si acaso sabe
contentar á su marido,
hace quanto quiere, sale,
entra , habla con todos , bavla,
canta , juega , y se complace.
Baya, que será una vida
Ja mas dulce y agradable;
pero dicen que también
hay sus palizas. Las carnes
me tiemblan aun de decirlo;
pero esto es un disparate,
que yo sabré al pobrecillo
con mis mañas engañarle.
Voy á que Jacinta sepa
un pensamiento tan grande.
Yase por la izquierda , y sale por la
puerta pequeña Catarro de
militar como antes ,
Caí. Para formar un enredo
no hay uno que se me iguale;
Pero como? unos enredos,
que el Diablo que los desate.
Y esto, pregunto., en qué tiempo?
respondo que en un instante.
Y si no vaya un exempío,
que con verdad lo declare.
Didme Don Pablo noticia
del raro, exquisito lance
de los hijos de la criada
de Don Blas, y que importante
era traerlos á este,
v que los admita. El arte
desembolvi de mis trampas,
y hallé en el primer romance,
el medio. Me puse en solfa,
y voy prompto como el avre
á conducir los chiquillos
por la señal que ha de darse
de esta sortija. El Don Blas, \
hará lo que se le mande
si hay interés. Le conozco
y él á mi no, que es bastante
útil para el caso , con que
es fuerza que se la trague.
Vase por la puerta grande , y por ]*
pequeña sale Don Pablo,
Pab. Discurrid Catarro el cómo
facilitar que aceptase
Don Blas los niños con tanto
acierto, que ha de lograrse
sin dificultad. Marchó
por ellos y para darle
esta noticia á Jacinta,
y que me proporcionase
ver á Camila, quisiera
hallarla. Mas Don Blas sale.
Bueívome adentro hasta que
mejor coy untura halle.
Se entra por la puerta pequeña, y
Sale Don Pías por la iz-
quierda,
Pías. Esto ha de ser sin remedio;
ya tengo echadas mis quentas,
y me está bien. Su virtud,
su hermosura , su prudencia,
su aseo , su buen pensar,
y su honestidad, son prendas
las mas amables. Su edad
es la mejor, que aun no llega
á los veinte y ocho años.
Qué dirán? Que amor me ciega;
yen mi edad? Eso no importa;
porque el arxior no feserva
edades y no es la mía
tanta, porque ayer setenta
años cumplí. Si Jacinta
me tendrá amor? Si habrá en ella
repugnancia? No por cierto;
Quién tal disparate piensa?
Me quiere mucho; me mira
con agrado. Ella me templa
mi genio altivo ; y de modo
mis intereses maneja,
que puede su economía
agra-
A Suegro irritado
agradar á cualesquiera.
La dotaré? eso es preciso.
Y en quinto? En lo que ella quiera.
•Qué vida tendré: El audaz
de mi mal hijo, á mis puertas
\*a no bolvera. A Camila
ía tengo ya hecha Condesa
de Zimbal ; se ira á su Casa,
y quedo libre de pelmas
con mi adorada Jacinta.
¡Oh , qué caricias ; qué tiestas^
me hará! me pondré muy gordo,
me remozaré con ella,
pues me dirá mono mió,
palomo, á quien mi alma aprecia,
duérmete,' que mis arrullos
mientras tu descansas velan.
Ya parece que me veo
en ello! Pues no, dispuestas
las cosas han de quedar
hoy mismo y sienta el que sienta.
Sale Camila por la izquierda.
Cam. Padre , Padre.
Blas. Di. qué traes?
Cam. Pues es una cosa buena,
que con el Conde Zimbal
usted casada me tenga,
y no me haya dicho nada.
Blas. Muchacha, á tu quarto te entra,
y no me inquietes.
Cam. No andemos,
padre mió, en frioleras.
Si usted me quiere casar,
es preciso que yo sepa
quién es el novio , porque
si es que á gustarme no acierta,
pueda yo por otra parte
practicar mis diligencias
para hallarle como quiero,
no como á usted le parezca.
Ya tengo ojeado otro,
y he de atraparle. Esta gerga
la entiendo muy lindamente
y usted no quiere la entienda.
, Ruera prudente. a 6 x
Blas. Habrá simpleza mayor:
Marcha de aquí , ó la cabeza
te rompo. Marcha, sale Jacinta.
Jac. Qué es^esto?
Blas. Jacinta, nad?, ¡Que tenga ap.
tal dominio en mi , que apague
mi furor solo con verla!
Cam. Es mucho, Jacinta, es mucho.
Blas. Bruta , calla.
Jac. Asi impacienta
usted. Señorita, á Padre?
Callad, no veis que se arriesga
su vida tan importante,
dándole que sentir?
Blas. Vean
qué modo este, para que
no me vuelva una jalea.
Caví. Qué bravo par de danzantes ap.
es mi Padre y la Doncella.
Sale Catarro por la puerta grande
trayendo de la mano a Pe~
r i quito , y d Juamto.
Cat. Este mundo es una bola, ap
que al dia da tres mil bueltas.
En un punto mis enredos
mi carácter diferencian.
Fui tunante , pintor , y
Pompaduc ; mudé la scena.
y soy ayo ó pedagogo.
Cuidado con mi advertencia.
Periquito.
Periq. No diré
que es mi madre aunque la vea.
Cat. Eso, que si no habrá azotes.
Este palabra ni media por el otro nino.
habla todavía: solo
este es quien hace que tema.
Mas alii Don Blas está,
su hija, y la criada nueva,
madre de los niños. Demos
principio de esta manera.
Pía de casa. sale
Blas Qué se ofrece?
Jac. Mis hijos ¡Ay i como ocultándose
Cat.
*
1 6»
Cat. Vive en esta
casi Don Blas de Camargo?
Blas. Yo soy.
Cat . Sea en horabuena.
r«:. Sí me hablará Periquito!
Que este riesgo no advirtiera!
Cat. Decidme, Señor Don Blas,
trabaja en la casa vuestra
un Pintor famoso , que
hace poco que á esta tierra
vino de Madrid? Discurro
que se clave con mi arenga.
Blas. Si Señor , empezó ayer
á pintarme esa vivienda.
Cat. Favorecedme en decirle.
Señor Don Blas , que le espera
el gran Mayordomo , y
Secretario en una pieza,
del Barón de Tutiplén,
que solo verle desea.
Blas. Esperad. Gran Mayordomo ap.
y Secretario? Me peta.
Jac. Ya Periquito me vio,
y no me habló. Su agudeza
es mucha, pero para esto
quizá que advertido venga.
Cam. Es un trozo el mayordomo
admirable! ¡Oh , si tubiera
yo un marido asi! Qué gordo!
Será todo una manteca.
Blas. Ola , Pintores.
Pab. Quien llama?
Blas. Salga el principal afuera.
Pab. Qué me mandáis? Ya Catarro af.
su enredo entablado deja.
Blas. Ese Cavallero os busca,
Cam. ¡Oh, mi Pintor! Me embelesa af.
su garbo!
Pab. Qué es lo que veo?
vos, Señor, en esta tierra?
y Usías también? Los brazos
me dad; qué venida es esta? se abraz.
Ca(. El Barón de Tutiplén
mi Señor, pasa á la nueva
España de Comandante,
¿ una expedición secreta.
Me adelanté una Jornada
con los niños , porque mientra*
llega su Excelencia , yo
le tenga la casa puesta
en esta Ciudad , pues quiere
estár algún tiempo en ella.
Como os conoci en Madrid,
y es la posada molesta
para que sus Señorias
estén con toda decencia,
me acordé de vos , y haciendo ;
por ía Ciudad diligencias,
supe que estabais aquí.
Y supuesto os hallo, es fuerza
busquéis casa principal
adonde los niños puedan
estár conforme al sublime
carácter de su grandeza.
Y el que los admita creed,
que tendrá por recompensa
un tirulo porlo menos.
ó tal vez una encomienda,
que el Varón de Tutiplén
nunca obró de otra manera.
Blas. Quéfortunaladc este hombre!^.
¡Qué esto á mi no me suceda!
Jac. El enredo es peregrino af.
hasta aqui.
Pab. Confusa queda
la voluntad que os profeso.
Señor, con lo-que me ordenas.
No tengo conocimiento
que digno hospedage sea
de sus Señorías , pero
si el Señor Don Blas quisiéra:::-
Blas No paséis mas adelante.
Mi casa, toda mi hacienda,
digo es dei'Señcr Varón
de Tutiplén.
Cat. Qué te quemas!
af.
Pab. Pegó el enredo!
ap.
Jac. Ahora sí
af.
que es ya mi fortuna ciertaí
Blas Entren Usias. Qué lindos!
f
Míralos Camila ; llega,
Jacinta: denme un vesiio
Comedia nueva,
af.
af.
A Suegro Irritado ,
• -» * ios besa.
Usías.
Cam. Criaturas bellas.
Jac. Preciosas!
Blas. Señor, teñe»
esta casa ya por vuestra.
£at. ¡Oh , Señor! yo os agradezco
tinas heneas tan completas.
Creed que el Señor Varón
lo agradecerá. Son estas
hijas? ‘
Cam. Esta es la criada,
yo la hija , por mas señas
que hoy me caso.
Blas. Calla, bruta,
Cat. Dejadla.
Blas. Que seas tan bestia!
Cat. Ese Reíos guarnecido
¿¿brillantes, digno sea se le da a La,
de vuestro lado. Don Pablo ap.
esto me mandó , que hiciera;
y no me pesa , que en fin,
en casa todo se queda. _ ^
Este de oro tomad vos d Jacinta.
Cam. Qué bonito , y como suena.
Pab. Hay tonta adorada mia,
que me hechizan tus simplezas!
Jac. Yo os estimo, Cavallero,
este favor , o fineza,
sin mérito mió.
Cat. Le hay.
Jac. Quál es?
Cat. El que yo os merezca
cuidéis los niños.
Jac. Lo haré,
como si mis hijos fueran.
Pab. Bien lo creo. a f-
Blas. ¡Oh , mi Jacinta •
las voluntades grangea
de todos , i mas puede darse
generosidad como esta?
Hoy todo es felicidades
para mi. De estos se pesca
para nuestras bodas. Oyes
Camila , Jacinta , ea,
cuidado: a sus Señorías
se traten como á mi mesm»
Nuera prudente. *63
persona. Dígame Usía;
como se llama?
Cat. No tenga
Usia temor, responda.
Periq. Periquito.
Tac. Hay dulce prenda! ap.
Pab. Y qué bello! habla con gracia.
Cat. Pero con mayor se enreda .
Don Blas. a P m
Blas. Y de quien es hijo?
Periq. De Varón.
Pab. Qué gran respuesta!
Cat. Si yo no se la enseñera ap.
.seguro que la supiera.
Cam. También serán de Varón
mis hijos, quando los tenga.
Blas. Señor, adentro venid,
vereis la casa,
Cat. Lo acepta
mi atencion.Ba bueno? ap aD. Pable
Pab. Lindo;
se clavó.
Cat. Pues que se muera.
Jac. Admirada estoy de ver ap.
una tan feliz idea,
y tan rara y propia.
Blas. No,
no andemos en etiquetas,
entre usted. ^
Cat. Usted primero.
Blas, Los niños el medio sean.
Entren Usías , de gozo, ap. se entr.
estov loco í vamos.
j
Cat. No entra
usted? d D . Blas
Blas. Si Señor , venid. d D. Pab'
Cat. Y viva quien tanto enreda, ap
que admitidos los chicotes,
es muy preciso que teman
mis bromas , Don Blas , Zimbal,
la tonta y la alcurnia mesma
del Varón de Tutiplén;
pues no admiten competencia
los enredos de Catarro,
aunque un Demonio viniera.
JOR-
!
I
i
:
!
►
264 Cernidla
JORNADA TERCERA,
Sale Don Pablo y Don Carlos por
la puerta pequeña.
f . . .
J *ab. Otra vez Don Carlos , sean
mis brazos los que consigan
aumentar el sumo gozo
de conoceros.
Cari. Mi dicha
logra en ellos el enlace
de una amistad la mas fina.
Pab. Si antes vu:stra.amada Esposa,
y mi Señora- Jacinta,
condado de mi hubiera
este secreto, yo habría
antes tenido el honor
de emplearme en la fatiga
amable de reducir
ú vuestro Padre , y serian
por anticipadas, mas
las satisfaciones mías.
Cari. El duro , el terrible genio
de mi Padre, que conspira
(pues ya todo lo sabéis)
contra mi Esposa querida,
con el encono mayor,
sin duda motivaría,
que ocultase este secreto,
dándoos solo la noticia
incierta de que era viuda,
y el estado en' que veía
nuestros tiernos hijos; mas
pues se logró los admita
mi Padre en su casa , por
2a maxitna peregrina
de Catarro, no sé ahora
qué arbitrio , qué medio elija
tan poderoso, que logre,
no solo ver reducida
la condición de mi Padre
tan en sumo grado altiva,
sino que todo termine
como anclan mis fatigas.
P ab. Ya os advirtió vuestra Esposa,
nu$V4 %
que nada se haga ni diga
sin su aviso , porque tiene
nueva traza prevenida,
que rodo lo facilite.
Catarro , que es quien inspira
los enredos y los hace,
habió después con Jacinta,
y nos dixo, que al instante
en practica á poner iba
con vuestro Pidre una idea,
que entre los dos d¡«currian.
Ahora están con éi, conque
parece cosa precisa
se suspenda toda acción
hasta ver si nos avisan.
Cari. Decís bien.
Pab. Y sobre todo,
aun quando nada consigan,
¿qué teméis? No sabéis ya
quién so\?
Cari. Pe que es la familia
principal de esta Ciudad
la vuestra , y que está muy rica
vuestra casa.
Pab. Pues sabed
también, que «i se examina
que vuestro Padre tenaz
subsiste en su error, y olvida
su obligación, para nada
es preciso: dividida
mi hacienda en dos partes , una
será vuestra, y'otra mia;
Y creo habrá suficiente
para una vida tranquila:
y esto, Carlos, no penséis
que es oferta producida
de Jo que á Camila amo;
que aunque no quiera Camila
casarse conmigo, que es
á lo que mi amor aspira,
como sabéis ,1a experiencia,
no de uno, de muchos dias,
os hará ver la lealtad
de un amigo que os estima.
Cat. ¡Oh , Don Pablo! Reconozco
tal fineza! Me captiva
vues-
A Suegro irritado , Nuera prudente. *
~ Con que os aseguro, qoe
en estos tiempos se embidian
tales mugeres.
Cat. Es cierto.
Aora encaja bien la urdida ap»
traza entre Jacinta y yo:
doy pues principio. Esta silla
ocupad : yo esta : y pues se sientan
vuestro proceder , y admiro
vuestra amistad, porque hoy día
si faltan los intereses,
las amistades se olvidan.
Mi hermana , según mi Esposa
nos dijo, está persuadida
á ser vuestra. En este lazo
viene á ser mia la dicha,
pues un hermano me da
de circunstancias tan dignas.
Mas ruido allí siento.
Pab. Pues
hasta que Catarro diga
lo que se ha de hacer, es fuerza
que esteis oculto.
Cari. Me obliga
vuestro favor.
Pab. Es de hermano.
Cari. Feliz quien de él participa.
Se entran por la puerta pequeña ;
por la de la izquierda sale
Ibón Blas y Catarro.
Blas. Los Señoritos están
como si toda su vida
se hubieran criado en casa.
¿No ve usted como se inclinan
á Jacinta? La aman como
si fuera su madre misma.
Cat. Y no se engañan , porque
les hace tantas caricias,
que la Señora Barona
nunca asi se las haría.
Blas. Aunque Jacinta es criada,
sabed. Señor, que Jacinta <-
es:::-
Cat. La madre de los niños, ap.
y de tu hijo Esposa.
Blas. Linda
criatura , y sus virtudes
son tan amables, que admiran.
Su hermosura, ya la veis,
su honestidad, preferida
debe ser á la de Porcia,
y Lucrecia , siempre invicta*.
en vuestra amistad confía
mi pecho, quiero fiaros
cierta cosa, que es nacida
de mi conciencia , seguro
de que en quanto el caso pida,
á vuestro favor tendré
de mi parte.
Blas. En lo que os sirva
mi inutilidad , ofrezco
emplearía.
Cat. Está admitida
esa palabra. Ahora vnmot
al caso. De unas malignas
calenturas, que en Madrid
me dieron, no ha todavía
quatro meses, cai en cama.
Por mas que la medicina
con los malditos brebajes
de sus recipes, quería
cortarlas, mas se increparon;
y reiterando fatigas,
nauseas , angustias, delirios,
me pusieron á la orilla
del Sepulcro, Ya no daban •
un comino por mi vida.
Blas Fuerte lance!
Cat. ¡Oh , es el mayor!
Yo viendo que me moría,
hice una promesa-loca,
si Dios á darme boma
la salud.
Blas. Pues qué ofrecisteis?
Cat. No es nada: una niñería.
Ofrecí en estando bueno,
casarme ; ya se vé , veía
morirme, mas no advertí
en que era una cosa misma
morirme , y casarme.
Blas.
<2 66 Comedia
Blas. ; Oh , ro
tanto.
Cat. No tenéis sabidas
las reglas de los casados
como yo, pues que publica
eso vuestra voz.
Blas. Yo he sido
casado una vez , y aun chilla
por casarme otra mi amor.
Cat. Una vez? Qué tiñería!
Yo llevo siete mugeres,
y aun no entiendo la cartilla.
Blas. Siete!
Cat . Siete , si Señor.
Blas. Pues si sois mozo.
Cat. Se apiiea
mi amor tanto a amarlas , qu®
las despacha en quatro dias*
Blas. Fuego y que amor*
at. En efecto,
fue á lo dicho reducida^
mi promesa , y a que ruess
inusier pobre la elegida;
pues teniendo yo caudal
para gastar mientras viva,
quise fuese mi promesa
en esto mas exquisita,
que hoy aquel que tiene mas,
casar por mas solicita;^
sin mirar , que al matrimonio
tío ha de obligar la: codicia,
sino el amor y virtud
que á la consorte hace rica. ¿
Blas. Eso es verdad , bien pensáis.
Todo en Jacinta se mira.
para dejarla, he? Deseo
verla, para el sí pedirla.
Qat. Por ultimo, hoy mismo quiero
dejar mi conciencia limpia
de esta carga. Hoy solicito
casarme , y porque cumplidas
mis esperanzas se vean,
y tengáis parte en mis dichas,
os elijo Embajador,
que á mi amada nobia pida,
para que vuestra agudeza
ttU£V4 , -
persuadiéndola me sirva.
Blas. Os di mi palabra , y ya
estoy muy pronto í cumpliría:
decidme, quién es la nobia.
Cat. Quién será sino Jacinta?
Jacinta es á quien amo,
aun mas que á mi propia vida.
Ya la pildora tragó: ap.
veremos como se explica.
Blas. Decís mi criada?
Cat. Pues.
Blas. Jacinta decis?
Cat. La misma.
Qaé os -conturba? Ella ha logrado
ser llamada y escogida.
Cómo se mosquea! ¿p.
Blas. Este hombre up.
pretende la muerte mia.
Ved , que esa criada es::;*
yo no sé lo que le diga. up.
Cat. Mi esposa futura , y vos
el- que h¿bets de reducirla,
ya lo entiendo.
Blas. Este Demonio a P'
vino aqui por mi desdicha.
No digo eso, sino que
mireis:::-
Cat. Ya la tengo vista,
y me agrada ; habladla al punto
y traedme la noticia,
que con el Pintor espero,
y os daté buenas albricias.jr levantan.
Qué ral queda! Aora veremos af-
como obra la medicina.
Se entra con ¡trisa por la puerta
pequeña. Don Blas, se levan-
ta inquieto.
Blas. Esperad , esperad ved:::-
Se entró , y cerró. Hay picardía
. mayor que esta! No tan solo
quererme quitar mi m¡sma
amada prenda , sino
pretender también que su va
yode alcahuete? Per Christo
A S'.íC&VQ ItYlt ¿icio
que si la* narices se Hinchan,
al M .iv ordomo y Ies unos
Ies romperé bs costillas;
y ai B.-.ron , y a la Barona
de Tutiplén. ¡Quéosadia!
Alas Don Bias , vamos despacio.
¿Despacio? No sino aprisa;
que si me descuiuo, puede
éste Diablo aimondigufila,
soplarme [a Dama. Á pronto
accidente, ejecutiva
Curación, l odo consiste
en ver al punto á Jacinta,
hacerla que me de el sí,
desposarme en "ia hora misma,
y el maldito Mayordomo,
cae baya al infierno, y pida
allí una nobia. Al instante
voy á hacerlo.
Cantina acia la puerta de la izquier-
da. Por la grande sale el Con-
de Zi nbal recelándose ,
y Don Blas se de-
tiene.
Zhnb. Si me atisba
el Ungaro Pompaduc:;:-
Pero Don Blas.
Blas. Quiere Usía
algo de importancia , porque
tengo eos s muy precisas
que evacuar?
Zi>nb. Rapi lamente
esta comisión se explica.
La contrata del conyugo
vinculo , que contraída
está entre vuestra segunda
generación, y mi opima
corpor atura; anulada
queda, deshecha y perdida?
porque no quiero exponerme
á que una sulfúrea herida
de Pompaduc , el aliento
de esta maquina divida.
Blas. No he entendido una palabra
Nuera prudente. ^ 267
de cjuantas ha dicho usía.
Después , Después me haré cargo.
Quiere irse y Zimballe detiene.
Zinb. ¡Oh, no escuchad por mi vida.
Blas. Este Demonio de pelma ajp.
me faltaba.
Zhnb. En fin, me obliga.
Señor Don Blas de mi alma,
mi dueño , y prenda querida,
carísimo amigo , y Padre
de la Señora Camila,
á quien mis obligaciones
adoran por simpatia:::-
Blas. Señor, con dos mil demonios,
que me dexeis.
Zhnb. Ved, que estriba -
ia candidez rubicunda::-
Blas. Qué rubia ni que amarilla.
soltadme. forcejeando.
Zhnb. Escuchad por fuerza.
Blas. Soltad 6 sino por vida:::-
Zirab. Suegro frenético! le suelta.
Sale Catarro por la puerta pequeña.
Cat. Haveis
Don Blas hablado á Jacinta?
¿Qué ha dicho? La verdad. Baya
será cosa que reciba
la en hora buena?
Blas. Otro Diablo? _
Parees que se conspira
todo contra mi.
Cat. Decid.
El Zimbal como trie mira. ap.
Don B as no sabe que hablar.
Qué fio liras para encima
d; una chimenea!
Zhnb. ¡Oh , Dios! temblando
jOh , Surgió inflexible! ¿incitas
á este monstruo, ó can cervero
contra mi?
Blas Por Dios delina
este macho > ó yo esto'
268 , Comedia
Zitnb. ¡Oh , Pompaduc! de tu vista
huiré, se va por la puerta grande.
Blas. Yo también , que un loco ap.
y un Mayordomo rae irritan, vase
Cat. ¡Qué tal van los dos compadres!
Ahora testa haga Jacinta
la parte segunda , que es
lastimosa y compasiva.
Mas de todos mis enredos
aun no he tomado propina,,
y esto no me gusta mucho;
pero aquí viene Camna.
Sale Cam. ¡Oh, mi Señor Mayordomo
de mi alma!
Cat. ¡Oh , Señorita
de mi corazón!
Cara. Jesús,
que fresco estáis! Dios vendiga
ese bandullo. Me gustan
los hombres de tal barriga.
Cat. La Barriga , y quanto valgo
todo , señora, se inclina
á serviros.
Cam. Ya se vé,
me queréis mucho. Soy linda:
mirad que hermosura.
Cat. Baya, _ a f.
que la Camila me obliga
á un disparate!
Cam. Teneis
una bella prespectiva!
Acercaos.
Zimbal por la puerta grande Mée*
chanco.
Zimb. Aquí está el caos
de esta Babilonia exquiva.
Cam. Qué miro? Zimbal del alma! se va
Cat. Zimbal? El es. d él.
Zzmb. Quita , quita.
Sirena, que con tus voces
engañas quando ccmbidas.
Cam. Yo te cembido á casarnos,
B ¡ya , qué haces? No te arrimas?
%lnb. ¡Oh , fuerza ignota de aquella
nueva,
de y dad , que ñechéa , y vibra
punías dulcificas , que
fuerzas gigantes derriba!
Cat. Voy arrojarle deaqui.
Buen Zimbal, qué busca, diga?
Sepa que esta mi señora,
tiene Dueño que la sirva,
y yo á estocadas::- empuña y Zim-
Zimb. Monsieur, bal tiembla.
todo el cuerpo me tirita!
ya me voy. vase por la puerta gran.
Cam . Pues Mayordomo,
á Zimbal, tu conocías?
Cat. Y mucho.
Cam. Luego me amas?
Cat. Y que un hombre esto resista ap.
por ser honrado! ¡Oh, Don Pablo,
tu la fortuna me quitas!
Le llamaré , que. con ella
yo solo , puede una chispa
de su fuego, hacer que::: Espera
que salgo al instante, entrase por la
Cam. Mira:::- puerta pequeña.
Que gusto! ya tengo tres
que me aman y no quería
mi Padre, que me casase.
Como me injenio! Soy lista.
Sale Don Pablo por la misma
Pab. Catarro me ha dicho estaba
sola á qui:::- Camila mia?
Cam. Pintor amado? Qué haces?
qué dispones? tu te enfrias
en nuestra boda. Las cosas
de casamiento , prontitas;
que en casándonos tendré
mil paseos y visitas.
Pab. Qué amada simpleza! atienda,.
Las cosas ya prevenidas
las tengo ; nos casaremos
hoy mismo.,. y esto lo afirma;
esta mano. Toma.
Cam. Daca.
Jesús qué suave , y lisa!
A Suegro irritado
Que re y ¡tas! como buhe
U sanare! Si podré oírla
correr por las venas.' Sí;
Asi hace: ta, ta, 1:, la.
Pab. ¡Oh , sinceridad amable! _
Sale Cat. Buena va la danza! linda!
La Camila en viendo á un hombre
se pega como ladilla.
Qué es esto? Camila a! punto
de este sitio te retira,
ó llamo á tu Padre.
Cam. Dejar
el Demonio del Pancilla.
Cat. Marcha.
Cam . Y o no quiero marchas,
sino solo estas cosiílas.
Cat . No te -va sí*
Cam. Si , ya me voy
Cavallete de guardilla.
Va se por la izquierda haciéndole
gestos.
Cat. Don Carlos manda te llame;
tras de mi salir podia,
y hallarte de esta manera.
Pab. Bien , Catarro , lo meditas,
aunque \a todo ¡o sabe.
Cat. Ven y oyrás cosas divinas.
Vanse y por Id puerta grande sale
Zimbal recelándose .
Zimb. No rompiendo la contrata
obligatoria , que ordena
que de mi corporatura
Camila fiel dueño sea,
y \o del Dedico harpon
de sus ojos amo, queda
con su valor y no puedo
, ser dei Cielo de Violeta,
Hercules , cu as ergidas
fue z s m ignas le sostengan;
y menos dar á Monskur
de PíJsu.paduc , .roda aquella
s-di-Ccroiu obfacioa
, 'Nutra prudente» 269
que pide su Ígnita, ñera
horrorosidad. Al solo
contacto , que me hizo en esta
diestra mano con la suya ,
la oorimió de tai manera,
que una contusión maligna
rápido causó. Y si esta
ferocidad fue de amigo
¿de enemigo como fuera?
Tremulante en acordarme
de él estoy , y no quisiera
que aquí me hallara. Don Blas,
Suegro veútre , no llega
á este ámbito. Boiveré
ei» hora que hallarle pueda
v rompiendo la contrata,
disuelto este lazo queda.
Vase por donde salió. Por la puer-
ta pequeña salen Don Carlos ,
Don Pablo y Catarro.
Pab. Veis como Catarro ha hecho
un enredo , con que es tuerza
que respeto de lo que ama
Don Blas á la Esposa vuestra
inste en su pretenden, dando
eu esto mas grande fuerza
de Jacinta al pensamiento
para qne con el se venza?
Cari. Es constante ; á mi me admira #
Catarro , tu sutileza.
Cat. Pues mi Señora Jacinta
no es rana. Ya es buena pieza.
Yo hasta aquí de mis enredos
no he visto ni una moneda
por retribución ; y creed -'C
que si el dinero anduviera,
vierais prodigios , porque ei
administra á las cabez ,s
como la mia, unas cosas
que ni aun les Magos li deran.
P.d. Calla ; y cree que no será
la set’sf cn'n pequeña
Cari. Y qué hacer ahora debemos?
Cat. Pata que todo íenezca ^
2 7 °
dichosamente , es preciso
ver las resultas postreras
de la Esposa , y Padre vuestro,
que de mi enredo se esperan,
y creo termine iodo
felizmente. En esa pieza
aguardar debemos ; pero
pronto adentro, que se acercan
aqui los dos. Yo saldré
después , y sabré::- Que llegan.
Cari. Qiiando, fortuna, tendrán ap.
fin mis ansias , y miserias!
Pab. ¡Oh, .Camila! tu amor quando
Comedia nueva,
que pretende ser dichoso
por ti?
Jac. Cómo? Estoy dudando
lo que oigo! La honestidad
dará ai mió recompí
nsa i
t>/
señor, ya habéis olvidado?
Blas. ¿Pues qué-quieres que haga si
ves que me estoy abrasando?
Permite, Jacinta , que
esta nieve apague un tanto
mi amante luego.
La
Se entran por la puerta peqneña , y
salen por la izquierda Don
Blas y Jacinta.
Blas. No puedo, Jacinta, mas;
tengo bien reflexionado
este punto, tus virtudes
y belleza en que me abraso,
hacen que:::-
Jac. Jesús! que hacéis?
Asi habéis abandonado
vuestra prudencia, señor?
¿Adonde está el grande encargo
que me hicisteis de lo honesto?
Solo aspiráis á mi daño.
¡Oh , Señor! con separarme
de vuestra casa , y dexaros,
evitaré los peligros
que miro me están cercando!
Viento en popa va mi dicha; ap.
ver solo este efecto aguardo. ~
No me seduzcáis , señor,
dexadme ir, que mi Uanto:::-
las. Jacinta mía, qué dices?
¿Yo seducirte, yo, estando
amándote mas que á mi?
¿Irte de mi casa , qnando
sspiro á que te afiances
taato en ella en otro estad»,
que seas su dueño como
lo eres de este pobre amo.
toma la mano , ella, hace
quiere separarse , y sale
Catarro con mala ropa y
un cubo por lapuer-
ta
pequ
tena ,
Jac. Soltad.
Blas. No puedo , por mas que hago,
Cat. Adonde se toma el agua
para hacer cola?
Blas. Hay abaxo,
Ei Demonio dei Pintor 4p,
con lo que sale!
Cat. Muy brabo ap.
va ei negocio; mientras mas
Jacinta con sus alhagos
y reflexiones le encienda,
mas bien caerá en este lazo
su suegro, entrase por la puerta gt
Jac. Mirad , señor
como por ser temerario
y huir de la honestidad,
me exponéis,
Blas. Está acabado
todo , con que de el remedio,
el mismo que causó el daño.
Jac, ¿Cómo ha de ser eso?
Blas. Cómo?
Registrase los bolsillos como
busca algo.
Allí dentro la he dexado,
sin duda; espera, que al punto
vuelvo.
Sp
A Suegro irritado, Nuer * prudente ,
«71
Se entra por la ezquierda } y sde
Catarro por la derech .
Cat. Señora?
Tac. Catarro,
entra, aprisa que y sale;
y di á Don Pablo , y mi Canos
cus estén contigo á la vista
de este lance ; á ti te encargo
que lo bayas disponiendo,
seaun bayas observando.
Cara. Asi se hará, que allí ocultos
todo esrarémos mirando, se entra.
Tac. Este es el momento en que
ó he de ver facilitado
mi deseo 6 para siempre
este empeño abandonado.
Sale Don Blas con una llave en
la mano.
Blas. Ya estoy de vuelta, Jacinta:
oye ahora
A la puerta pequeña Don C arlos ;Don
Pablo y Catarro de militar .
Cat. Alli están ambos,
ver , cir , y callar.
Pab. Ya
es este el ultimo pfazo.
Cari. Y si nada se consigue
con él , no sufro mas, Pablo.
Cat. Esté entre abierta la puerta
no nos vea, y Heve el diablo
todo el enredo. *° nace.
Blas. Jacinta,
la ilabe de mi despacho
es esta , toma se la da.
Jac. Y con ella
qvé mandáis que haga?
Blas. Despacio.
Mi Jacinta , yo te quiero;
sin ti no tengo descanso.
B»xq de essa llave f están
los cau nales qu.
ha i anta 20
mi aplicación , m: comercio:
todo es tuvo. Esto sentado,
torna posesión , dispon
como dueño , solo aguardo,
que me admitas por tu Esposo,
Soy hombre de bien, mi maco
lo acredita.
Cat. Cada vez
se pone mejor el caso.
Jac. Yo haré coníiess que ha sido ap
injusto el encono ayrado,
que me ha tenido,
Blas. ¿Ahora callas?
Ei rubor ¡a turba acaso.
En teniéndola por mía
que se venga ei Secretario
con fiestas á mi y verá
como le rompo los cascos
si me enfada. Has entendido?
Jac. Todo,señcr ; mas reparo;::-
Blas. Que puedes reparar? Nada:
seré tu Esposo. Yo te amo.
Jac. ¿Pero no advertis , que tengo
mil pruebas de lo contrario?
. Blas. Mil pruebas? Di quides sor.
Cat. Don Blas, que te vas clavando! a:p>,
Pab. Como ie apura!
Cari. Es discreta.
Jac. ¿No soy una pobre? Es claro, r
¿No aborrecéis la pobreza?
Es evidente. ¿Arrojado
no está vuestro hijo de casa
solo porque se ha casado
con pobre? Es verdad ¿la Nuera '
no os merece odio tán raro,
que aun su nombre ahorre
Quién io duda? Pues al caso.
Si es to esto cierto, ¿como
queréis que esté asegurado
mi pecho en vuestras p «labras
siendo pobre ? ,Oh , Señ >r! Cuanto
daño me buscáis sin causa!
Yo seria el m ¡s ama go
objeto de la \- isior;
sceis?
si os creyera! Nada acuario
* fe?
da vos, sino seducirme
á un sonrojo ei mas villano.
Huiré el peligro: me voy.
Blas. Espera ; irte? A tu lado
me has de llevar; tus razones
no hacen fuerza. Pues qué, acaso
tu eres pobre?
Jac. Pues qué, sov?
Blas. Poderosa. Hay mayorazgo
mayor, qus ei de la virtud?
Hay tesoro mas amado
que la prudencia , el talento,
la perfección \ lo honrado?
Pues si tu todo esto tien. s,
como pobre te has iion : jo?
Jac. Pues por pobre aborrecéis
á vuestra Nuera.
Blas./ Ese es caso
distinto. No la conozco,
jamás ía vi , y.p >r lo tanto
Comedia nueva,
Jl ac. vjíyciv, oeiaor,
Blas. Jacinta,
no lo haré.
Jac. Pues alza , Carlos;
y huyamos de un Padre cruel,
de un Padre injusto y tirano.
ap. Blas. Jacinta:::- Pues tu:::- Qué es esto?
Caí. Todo se lo llevó el diablo.
Cari. Huyamos , amada mia;
que esto es haber intentado,
mi [ ¡cinta , y dulce E spesa
Blas. Qué es lo que dices , muchacho?
Jacinta es Esposa tuya?'
Jevnsi qué gozo me has dado!
Tuercs mi Nuera , Jacinta?
Jac. Yo soy, señor, quien alcanzo
ese honor y á vuestros pies
os pide humilde mi lianto:::-
Blas. Alza, hija mia , no liores;
Sov tu Padre afortunado
no se lo que es. Quien re ha dicho
que st yo supiera acaso
que era como tu , q re no
la amara como te am o?
Caí. Este golpe se buscaba.
Cari , Ya se dirá.
Pab. Ya se ha logrado.
Jac. Con que en efecto, si fuera
como yo, sería agrado
en tenertaí Nuera. Y quieres dCarl,
huya de mi? Ven ; mis brezos
te esperan. Muchacho , llega;
no temas; que tu has logrado
en elegir ral muger,
el caudal mas saneado;
que la virtud de la Esposa,
conforme en la tuya le hallo,
hace al marido dichoso.
vuestro encono?
Blas. Quién lo du da?
seria mi hijo amado.
Sais Cari. Padre , á vuestros pies está
el que nombráis.
Cat. Eso , braho;
que vo no lo he de hacer to jo
Pab. Ha sido arrojo bizarro,
Blas. Q -iS quieres au Lz. ? Infame,
quita , ap¡rta:::- Mas qje aguardo?
Me iré por no verte.
Cari. Padre, C.
oídme.
Blas. Aparta, malvado.
Pab. Rara crueldad!
Cat. Es por Christo
Un Paire desesperado.
Cari. ¡Ah, Padre mío!
Jac. ¡Ah , .mi amparo!
Bi is. ¡Oh , dulces hijos! que gozo!
Car. y Jac. Dichoso yo que esto alcanzo»
Cat. Ahora entra mi arenga y luego
que se haya pasado un rato á D. P.
entra la vuestra. Ya he oido.
Señor Don Bh.s , todo quanto
se ha descubierto ; y pues veo
vuestro regocijo, marcho
á limarle mayor, entrase por la izcp.
Blas. Que intenta
este Señor Secretario?
Pero tu , amada Jacinta
mi cr'úci ?
Jac. A ver llegamos
de Madrid ; Mousieur Ernés
nos
A Suegro irritado
nos hospedó con agrado
v nos dixo que una cruda
buscabais ; yo ti que Carlos
tem ia veros ; con que
de a que¡U noticia usando
' p ara ver si conseguía
qusos redujese mi trato,
log’é criada serviros,
v ahora Nuera veneraros
Blas. Qué felicidad la mía.
•Oh, hijos míos amados!
Sds Catarro con los niños .
Cat. Llegad , Niños; de rodnlas
besad í Abuelo la mano.
Paria. Abuelo mió , á estos ptes
la mano os pido llorando.
Padre , Madre:::-
Blas. Pues qué es esto.
C'at. Qué ? que son hijos de Carlos,
y Jacinta y por lo mismo
Nietos vuestros.
Blas. Qué oigo: Santos
Cielos , el gozo me ahoga.
«Mis Nietos!
periq. Si , Abuelo amado.
Blas. Prendas del alma queridas,
llegad , llegad á mis brazos.
¿Pero cómo ha sido este.
Mi jubilo maestra el Panto!
¿Y el Barca de Tutiplén? .
Cat Que Tutiplén ni que DiabiO.
’ Señor Don Blas , esto ha sido
todo enredo de Cats.ro.
. Blas. Quien es Catarro?
Cat . Ego Sum.
Blas. Como estás aquí?
Cat. A Don Pablo
eso toca.
Sale D. Pab. Asi es , Señor
Don Blas ; Don Pablo Castaño
soy.
Bla‘s. El hijo de Don Jorge?
Pab. Si Señor.
Blas. Ha muchos años
que Le conozco i es amigo.
Kuera prudente. i
7
¿mas cómo en mi casa os nano
de Pintor?
pab. Vi á vuestra hija,
y la amé ; temiendo el raro
genio vuestro, de esta traza
me val! por verla. Dado
me tiene el sí , v la señora
Jacinta lo sabe , y Carlos.
Los i. Asi es.
Blas. Hoy todo es dicha.
Sale Cara. Pintor mió , nos casamos?
Mas que veo? ¿Hermanó mió?
Cari. Camila? Llega á mis brazos.
liega.
Blas. También á Jacinta
abraza , Camila ; vamos,
que de Carlos es Esposa,
y cuñada tuya.
Cam. Es chasco? • ,
Jac. No , Camila ; en mi tendrá*
una hermana fiel.
Cam. Andallo,
ya tengo cuñada.
Blas. Mira,
estos son hijos de Carlos,
y mis: nietos.
Cam . Y me tocan? _
Blas. Son tus sobrinos.
Cara. Qué guapos!
También yo os quiero dar nietos,
y asi, prontito, me caso?
Blas. Sí , da la mano al Señor
Don Pablo.
Cam. Como Don Pablo?
Yo se la doy al Pintor^
que asi lo tengo tratado.
Blas. Ese es , hija , un Caballero,
que en este dia ganamos
tu por Esposo , por hijo
yo } y por hermano mi Carlos.
Cam. Pues , Pabíito , esta es ya tuv?.
Pab. Dichoso yo que esto alcanzo.
Sale Zhnb. La contrata del futuro
matrimonio , es muy del caso
se rompa. ¡Oh. Señor Don Blas!
Quinta gente; ¿Qué reparo?
No
5 74 Cernedla nueva
N j es Mmnsieitr de Potnpadue?
Blas. Señor Conde , esr ds temblando]
2-iinb. Pues si veo á Pompaduc.
BLis. Quién es Pomcáuue?
Pal?. Catarro,
que vino á pintar cor migo,
y un buen chasco !c ha p.gado,
que luego sabréis.
Blas. Señor
Conde , á Camila he cas. do
á su gusto ; perdona 'me.
TLimb. Por mi ya eit.ds perdonado,
porque voy súpitamente
á hacer vida de hermit.mo. vase,
Blas. Hi jos míos , rodo es vuestro;
solo aspiro á mi descanso;
cuida tu, Carlos, ¡a hacienda;
entre todos celebrando
las bodas de mi Camila.
¡Oh , qué dia tan colmado
de bienes!
C.it. Y perdonad
sus enredos á Catarro.
Blas. T us enredos son mis dichas,
y te ofrezco mil ducados.
Caí. Bueno.
Pab. Yo o ros mil.
Caí. Mej or.
Blas, Y aquí se mira probado:
que una Nuera si es prudente
convenze áun suegro- irritado.
Todos. ...M rezr.i nuestra humildad
por premio solo un aplauso «
FIN.